- DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS -
No esperes nada especial de mí, y no te decepcionaré. Ése parece ser el secreto de la felicidad: en general, no equivocarte al elevar tus propias expectativas.

Al adentrarte en este blog, tan sólo advertirte que (suelo, prefiero y) me gusta pensar y opinar por mi mismo; lo que a veces no recuerdo muy bien es en qué orden se debe realizar ese proceso. Y claro, ...así me va. Aunque últimamente y con los años, procuro "controlar" cierto orden en todo esto, la verdad es que no siempre lo consigo. Unas veces pienso lo que digo y otras, digo lo que pienso. Discúlpame en estos últimos casos; ten presente que yo procuraré hacer lo mismo contigo.

Una cosa más: como supongo que sabréis por vuestra propia experiencia, inexorablemente llega una hora de la madrugada en la que, como en esos antros habitados por gente "impresentable", hay que irse del "chinguirito" o del pub .... Eso, o quedarse, pero siempre teniendo en cuenta las especiales circunstancias que empiezan a concurrir. Es cuando ya no distingues un gintónic de un Dyc con cocacola ni por la luz ni por el sabor. Es cuando quienes parecían, en principio, poco agraciad@s físicamente empiezan a tener visibles virtudes. Algo así como si los dioses te soltaran una indirecta: "venga chaval, que ya está bien ...".

Bueno, pues algunas veces tengo la sensación de que la creación de este peculiar blog es fruto de esos momentos de "chinguirito". Quizás por eso, la mayor parte de lo que encuentres en este peculiar lugar para la reflexión introspectiva es absolutamente arbitrario y accidental, con ese sano espíritu que unicamente suele emanar de los lujos de la Realísima Gana. Por lo tanto, se evidencia que aquí no hallarás razones para la ecuanimidad, para el estricto rigor o para la exactitud ni, me temo que mucho menos, demasiados motivos para el provecho personal.

Si ya decidiste quedarte en este garito un instante más, (que sepas que te lo agradezco pero) ten en cuenta todo lo anterior para no llamarte a engaños. Recuerda que: para lo edificante, ya están las constructoras; para las doctrinas, los salvadores de patrias; para el pensamiento único, las dictaduras; y para las risas, los monólogos de comediantes. Aquí sólo encontrarás ideas, equivocadas o no, mostradas con seriedad o con la "guasa" que me proporcionó mi cigüeña, derivadas de un mayor o menor grado de desnudez implícita; pero eso sí, salidas casi siempre del corazón, con pretensiones honestas y, las veces que se pueda,
bienintencionadas, respetuosas y nada dadas al puro adoctrinamiento.


no obstante, publico alguna otra cosa ¡¡¡ aunque sólo sea por puro equilibrio emocional !!!

jueves, 12 de mayo de 2016

Yo, de pequeño, creia que ....






Durante días, semanas, o incluso años, puede que hayas estado errado (sin hache) respecto a una frase, eventualidad o idea con la total convicción de que era correcta. Y probablemente pocas veces te hayan corregido, o tal vez lo han hecho, pero no lo suficientemente a tiempo como para ahorrarte un mal momento. En este post expondré algunos errores que, de pequeños, se creen como verdades absolutas. Y de mayor, cuando sales del error, se recuerdan y se confiesan entre risas:

- que los Reyes Magos existían. Quien oyó que, en verdad eran los padres, no lo creyó porque sabia que sus
padres no tenían tanto dinero como para comprar tantos regalos a todos los niños del mundo y, sobre todo, porque a las 10 de la noche aun estaban en su casa y no les daba tiempo material para ir a todos los sitios.

- que éramos muy egoístas cuando rezábamos, porque decíamos "el pan nuestro de cada día, danos de hoy". Es decir, que de comer pan de ayer !!nanay!!. Claro, no sabía que en realidad se dice "dánosle hoy".

- que a una compañera del colegio se la llamaba Pene López (así, con nombre y apellidos) porque Pene a secas estaba feo. Luego entendió que, en realidad, se llamaba Penélope.


- que por qué no arreglaban de una vez ese dichoso puente que todos los años, según el Telediario, hacía que se murieran tantas personas, el puente de Los Santos.

- que antiguamente, la vida era en blanco y negro hasta que no se inventó el color. Por eso, las películas y las fotos antiguas no tenían colores.

- que las monjas, literalmente, se casaban con Dios. Y preguntaba. "¿Y hacen banquete y se van de viaje de novios y todo?".


- que las pinzas de depilar que usaba la madre eran de una vecina que se llamaba Pilar. No entendía como no se las devolvía, con el tiempo que llevaba con ellas y, sobre todo, por qué tartamudeaba al nombrarlas.

- que Boabdil El Chico, cuando perdió Granada se hizo travestí, porque su madre le dijo: "llora como mujer lo que no supiste defender como hombre".

- que había 3 tipos de agua en casa: la del grifo, la mineral embotellada y la oxigenada. Y bebía las tres indistintamente, aunque la oxigenada no entendía como le podía gustar a alguien.


- que los palitos de cangrejo con los que se suele aderezar las ensaladas existían realmente, tal cual son. Y cuando iba a la playa, los buscaba porque le gustaban mucho.

- que la palabra "estupendo", era un insulto. Así que, cuando alguien le decía "eres imbécil", por ejemplo, ella contestaba "estupendo" (a veces, hasta con mala cara), con la lógica extrañeza de la otra parte, que la dejaba por imposible.

- que no sentar la cabeza de joven, traía desgracias futuras. Así que, cuando oyó la expresión de boca de su abuela, puso la cabeza en un asiento durante un rato para evitar males mayores.

- que "miserable" era sinónimo de "amable". Y se lo decía a todos los que le hacían favores.

- que un agujero era un señor que fabricaba agujas


- que la cecina de León se hacia con leones muertos. Y nunca la probó, porque no entendía como eran capaces de matar leones para comer su carne.

- que cuando pedían para el hambre en África (pa'lambre en mi tierra), lo que realmente pedían es para comprar alambre y cercar todo África

- que cuando el muñeco rojo del semáforo se encendía, todo el mundo se debía parar aunque no cruzara la calle.

- que Teacher era el nombre de su profesor de ingles. Cuando le dijeron que se llamaba José María, entendió que Teacher era su apellido.

- que las vacas daban leche, y los toros vino. Y por eso a sus abuelos, que tenían ganado, nunca les faltaba ninguna de esas dos cosas.


- que llamar al ascensor (o sea, apretar el botón del aparato), consistía en ponerse a gritar por el hueco de la escalera: "ascensor, ascensoooooor .... sube".

- que, como en el Polo Norte hacia mucho frio, el el Polo Sur debía hacer mucho calor. Por pura lógica.

- que las madres, primero se comían a los niños, y al cabo de unos meses los expulsaban (no queráis saber por donde).

- que el cabello de ángel de los dulces se hacían con eso, con pelo. Se comía los dulces, pero evitaba comerse los pelos porque le daba grima.

- que los turrones de Jijona los hacia una señora de Gijón


- que "hacer una carrera" era, literalmente, correr como un descosido. Que si se corría mucho cuando se llegara a la Universidad, se conseguía el título. Como él veía que se le daba bien eso de correr, se quedó tranquilo. Aunque le dio por entrenar para estar mas preparado cuando llegara el momento ese de la dichosa carrera.

- que cuando llegaba la letra del coche, venia eso, una letra que mandaba el banco. Y el padre se la añadía a las ya que tenia en la matricula.

- que el dicho "vaya tres patas para un banco" era, en realidad, "vaya tres pa'tracar un banco". Le sonaba esta ultima expresión mejor para describir a quienes hacían mal las cosas.

- que cuando un equipo jugaba en casa era de entrenamiento, en una casa grande que el equipo tenia en su ciudad.


- que había un espíritu malo muy malo que se llamaba "Malamén", porque siempre se terminaba el rezo diciendo "y líbranos del mal, amen"

- que Saramago era una señora que escribía muy bien.

- que cuando prohibían la circulación por una calle no se podía pasar ni andando.

- que decir ostia estaba feo. Pero no así decir Donostia, porque este último era un señor

- que algunas personas verdaderamente necesitaban pan para comer. Y si no lo tenían, no podían comer. Por eso pedían "pan para empujar"

- que los negros desteñían, porque una vez besó al Rey Baltasar y le manchó la mejilla.

- que los extranjeros venían de un lugar concreto, "de Extranjis", por eso venían de tapadillo y saltaban las vallas
 

- que la Casa de la Cultura era de una señora que tenia una casa muy grande con muchos sofás, porque allí, de vez en cuando, invitaba a muchas personas. Y que, incluso, pegaba carteles para anunciarlo.

- que de los huevos salían tortillas, huevos .... o pollitos. Depende del tipo de huevo que compraras

- que cuando uno comía rabo de toro, en realidad, lo que comía era el pito del toro

- ......

SI TENÉIS ALGÚN ERROR DE VUESTRA INFANCIA DIGNO DE CONTAR, HACEDLO PORFA, y nos reímos un poco

Yo tengo uno de mi cosecha .....

- que las Pastillas Juanola, esas pastillas de regaliz que se vendían en las farmacias (y no sé si aun existen), como cualquier otra pastilla, eran droga. Como yo se las "robaba" a mi padre, un día que me preocupé porque me gustaban mucho, demasiado ya, ....se lo confesé en un ataque entre honestidad y temor, y le pedí que me ayudara a dejar de ser un "drogaito" (que esa es otra, .....creía que los drogadictos eran "drogaditos", y claro, se les nombraba así, como en cariñoso, porque daban verdadera lástima). Mi padre se descojonó, y cuando volvió en sí, se tubo que tomar una caja entera para convencerme de que no eran dañinas, que eran como los caramelos aunque se vendieran en las farmacias.


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