- DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS -
No esperes nada especial de mí, y no te decepcionaré. Ése parece ser el secreto de la felicidad: en general, no equivocarte al elevar tus propias expectativas.

Al adentrarte en este blog, tan sólo advertirte que (suelo, prefiero y) me gusta pensar y opinar por mi mismo; lo que a veces no recuerdo muy bien es en qué orden se debe realizar ese proceso. Y claro, ...así me va. Aunque últimamente y con los años, procuro "controlar" cierto orden en todo esto, la verdad es que no siempre lo consigo. Unas veces pienso lo que digo y otras, digo lo que pienso. Discúlpame en estos últimos casos; ten presente que yo procuraré hacer lo mismo contigo.

Una cosa más: como supongo que sabréis por vuestra propia experiencia, inexorablemente llega una hora de la madrugada en la que, como en esos antros habitados por gente "impresentable", hay que irse del "chinguirito" o del pub .... Eso, o quedarse, pero siempre teniendo en cuenta las especiales circunstancias que empiezan a concurrir. Es cuando ya no distingues un gintónic de un Dyc con cocacola ni por la luz ni por el sabor. Es cuando quienes parecían, en principio, poco agraciad@s físicamente empiezan a tener visibles virtudes. Algo así como si los dioses te soltaran una indirecta: "venga chaval, que ya está bien ...".

Bueno, pues algunas veces tengo la sensación de que la creación de este peculiar blog es fruto de esos momentos de "chinguirito". Quizás por eso, la mayor parte de lo que encuentres en este peculiar lugar para la reflexión introspectiva es absolutamente arbitrario y accidental, con ese sano espíritu que unicamente suele emanar de los lujos de la Realísima Gana. Por lo tanto, se evidencia que aquí no hallarás razones para la ecuanimidad, para el estricto rigor o para la exactitud ni, me temo que mucho menos, demasiados motivos para el provecho personal.

Si ya decidiste quedarte en este garito un instante más, (que sepas que te lo agradezco pero) ten en cuenta todo lo anterior para no llamarte a engaños. Recuerda que: para lo edificante, ya están las constructoras; para las doctrinas, los salvadores de patrias; para el pensamiento único, las dictaduras; y para las risas, los monólogos de comediantes. Aquí sólo encontrarás ideas, equivocadas o no, mostradas con seriedad o con la "guasa" que me proporcionó mi cigüeña, derivadas de un mayor o menor grado de desnudez implícita; pero eso sí, salidas casi siempre del corazón, con pretensiones honestas y, las veces que se pueda,
bienintencionadas, respetuosas y nada dadas al puro adoctrinamiento.


no obstante, publico alguna otra cosa ¡¡¡ aunque sólo sea por puro equilibrio emocional !!!

domingo, 27 de septiembre de 2015

Últimas ejecuciones del franquismo






Las últimas ejecuciones del franquismo se produjeron el 27 de septiembre de 1975 en Madrid, Barcelona y Burgos, siendo ejecutadas por fusilamiento cinco personas: tres militantes del FRAP, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, y dos militantes de ETA político-militar, Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui.

Fueron las últimas penas de muerte dictadas en España. La pena de muerte fue abolida por el artículo 15 de la Constitución de 1978, con la excepción de «lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra"». Más tarde, con la Ley Orgánica 11/95 del 27 de noviembre, también fue abolida para tiempos de guerra.


Antecedentes históricos
 


A finales del verano del año 1975, había pendientes diversos Consejos de Guerra y varias condenas a muerte en ciernes. Garmendia y Otaegui por un lado, además del sumario militar por el atentado de la calle Correo de Madrid, que involucraba a los procesados Eva Forest, Durán y María Luz Fernández. Otros procesos seguían su marcha como el del atentado contra Carrero Blanco, y otros casos contra miembros del FRAP por la manifestación del 1 de mayo del 73 en la que murió un policía.

Los Consejos de Guerra, las condenas y los indultos posteriores

Un Consejo de Guerra ordinario se celebró en el Regimiento de Artillería de Campaña 63 de Burgos el 28 de agosto. En él fueron juzgados José Antonio Garmendia Artola y Ángel Otaegui Etxebarria, ambos de ETA político-militar, que fueron condenados a muerte por el delito de terrorismo con resultado de muerte del cabo del Servicio de Información de la Guardia Civil Gregorio Posadas Zurrón, en Azpeitia, el 3 de abril de 1974. Se les aplicó el artículo 294 bis b) 1º del Código de Justicia Militar. Garmendia fue condenado por ser autor material de dicho atentado y Otaegui fue condenado por cooperación necesaria, por la preparación minuciosa y detallada de dicho atentado. A Garmendia se le conmutaría la pena de muerte por la de reclusión y Otaegui sería ejecutado por fusilamiento en Burgos.

Un Consejo de Guerra sumarísimo se celebró el 19 de septiembre en el Gobierno Militar de Barcelona. En él fue juzgado Juan Paredes Manot, Txiki, de ETA político-militar, por un atraco en la sucursal del Banco de Santander de la calle Caspe de Barcelona el 6 de junio, atraco en el que, a causa de un tiroteo, murió el cabo primero de la Policía Armada Ovidio Díaz López. Se le aplicó el art. 294 bis c) 1º del Código de Justicia Militar. Fue condenado a muerte y sería ejecutado por fusilamiento en Barcelona.

En las dependencias militares de El Goloso, cerca de Madrid, se celebró los días 11 y 12 de septiembre un Consejo de Guerra sumarísimo contra militantes del FRAP para juzgar el atentado con resultado de muerte contra el policía armado Lucio Rodríguez, en la madrileña calle de Alenza, el 14 de julio de 1975. Por dicho atentado se condenó como autores de un delito de insulto a fuerza armada con resultado de muerte del artículo 308, número 1º del Código de Justicia Militar a cinco procesados. De éstos, tres fueron condenados a muerte; a Manuel Blanco Chivite y a Vladimiro Fernández Tovar se les conmutaría la pena de muerte por reclusión, y José Humberto Baena Alonso sería ejecutado por fusilamiento en Hoyo de Manzanares (Madrid). Otros dos procesados fueron condenados a penas de reclusión mayor; Pablo Mayoral Rueda, a treinta años, y Fernando Sierra Marco, a veinticinco. Además, Mayoral, Baena y Sierra fueron condenados a cinco meses de arresto mayor por uso ilegítimo de vehículo ajeno de motor.


Igualmente, en dichas dependencias militares de El Goloso, se celebró el día 18 de septiembre otro Consejo de Guerra sumarísimo contra otros militantes del FRAP por el atentado con resultado de muerte contra el teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez, en Carabanchel, el 16 de agosto. Se aplicó el artículo 294 bis b) 1º del Código de Justicia Militar y fue condenado José Fonfrías Díaz a veinte años de reclusión y otros cinco procesados fueron condenados a muerte, aunque a tres de ellos se les conmutaría la pena de muerte por reclusión: Concepción Tristán López y María Jesús Dasca Pénelas (por estar ambas embarazadas) y Manuel Cañaveras de Gracia. Los otros dos, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez-Bravo Solla, serían ejecutados por fusilamiento en Hoyo de Manzanares.

Los consejos de guerra tuvieron el carácter de procedimientos sumarísimos y para juzgarlos fue aplicada de manera retroactiva la ley antiterrorista que acababa de ser aprobada por el régimen. Tres de los abogados defensores llegaron a ser expulsados de la sala a punta de pistola por su insistencia en pedir que se resolvieran los recursos pendientes. En el juicio de Blanco Chivite, por ejemplo, fueron rechazados un total de 24 pruebas documentales y 20 testigos.

Mas informacion acerca de estos juicios en:
- Miles de buitres callados 1/2
- Miles de buitres callados 2/2

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Fueron, por tanto, en total, once condenados a muerte. El Consejo de Ministros del viernes 26 de septiembre indultó a seis de los condenados a muerte, conmutando sus penas por la de reclusión y dio el "enterado" para los otros cinco condenados a muerte. El "enterado" era la denegación del indulto y, por tanto, suponía la ejecución de la pena de muerte. Dichas penas de muerte se ejecutaron por fusilamiento al día siguiente, el sábado 27 de septiembre.

Reacciones internacionales




 


Una inmensa conmoción internacional acompañó a los cinco fusilamientos. Apenas cuatro días antes, la policía había expulsado de España a varios intelectuales franceses, entre ellos el actor Yves Montand, el realizador Costa Gavras y el escritor Regis Debray, que intentaban divulgar en Madrid un escrito de condena contra el régimen franquista, suscrito por Jean Paul Sartre, André Malraux, Louis Aragón y Pierre Mendes-France.

Olof Palme
La inminencia de las ejecuciones había movilizado al mundo entero, y de todas partes llegaban mensajes pidiendo clemencia. Pero, aquella noche del 26, el dictador se había acostado ordenando taxativamente que no les despertasen bajo ningún pretexto (tal vez quería pasar aquella noche a solas con su conciencia, si es que la tuviera). Si no le habían conmovido los ruegos de Pablo VI, menos aún iba a hacerlo la imagen del primer ministro sueco Olof Palme, pidiendo por las calles de Estocolmo con una hucha en favor de las familias de los condenados. O la carta de su propio hermano, Nicolás Franco, recordándole: "Tú eres un buen cristiano, después te arrepentirás" (sin comentarios).

Pese a todo, algunos periódicos de aquel sábado, 27 de septiembre, se habían plegado a las consignas y titulaban a toda página: "Hubo clemencia", refiriéndose a los seis indultos que la generosidad del general había acordado: el ser especialmente joven, mujer o universitario permitió seguir viviendo a los miembros del FRAP Manuel Blanco Chivite, VIadimiro Fernández, Concepción Tristán, María Jesús Dasca y Manuel Cañaveras, a quienes el tribunal también había condenado a muerte. 


 

Los fusilamientos del 27 de septiembre horrorizaron a la opinión pública nacional e internacional. Las irregularidades en los procesos, en los que se acusaba a los condenados de ser autores directos o indirectos de la muerte de varios miembros de las fuerzas del orden, habían sido abundantemente puestas de manifiesto por relevantes juristas europeos. El día 29, el presidente mexicano, Luis Echevarría, quien había ayudado sin disimulo al nacimiento de la Junta Democrática, pidió al secretario general de las Naciones Unidas que suspendiera la pertenencia de España a la ONU. La reacción del régimen fue fulminante (no te la pierdas): se prohibió a las emisoras de radio emitir rancheras. Paralelamente, la Embajada de España en Lisboa quedó semidestruida por la acción de airados manifestantes y hasta 12 embajadores occidentales abandonaron Madrid, llamados por sus gobiernos.

Nunca el régimen había estado tan solo. El 1 de octubre, y gracias a una eficaz labor de los servicios que dirige el teniente coronel José Ignacio San Martín, se convocó una "espontánea" manifestación en la Plaza de Oriente. Allí, con voz trémula, y aquejado de fuertes temblores, el general dijo a la multitud que: "Todo lo que en España y Europa se ha armado obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece". ¡¡¡Y se quedó tan pancho, el majete!!!. Las imágenes de aquel acto, en el que pudo verse al jefe del Estado sollozando senílmente, figuran entre las últimas en las que aparece el general todavía en pie.








Articulo de LUIS DíEZ, corresponsal político, diplomático y de guerra  | Publicado en Cuarto Poder: 26/9/2015 09:29

Como si quisieran borrar de la faz de la tierra el escenario de los últimos fusilamientos ordenados por el dictador generalísimo Francisco Franco, echaron cemento y construyeron una alberca. Me asomé a verla una de las muchas veces que me tocó informar de los actos de interés público en la actual Academia de Ingenieros del Ejército y el Centro Internacional de Desminado, en ese paraje predregoso de Hoyo de Manzanares (Madrid). Contemplé las verdosas aguas del estanque, pobladas de renacuajos, y recordé la voz de José Antonio Nováis, entonces corresponsal de Le Monde en España: “Los trajeron sobre las nueve de la mañana en un furgón custodiado por una caravana de diez o quince coches de la Guardia Civil y los fusilaron a las diez. Desde la entrada, junto a la valla, oímos la descarga como si fuera un trallazo y, poco después, dos tiros más”. De aquellos fusilamientos del 27 de septiembre de 1975 −los últimos perpetrados por la dictadura franquista− se cumplen ahora 40 años.

A los miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) Ramón García Sanz, José Baena Alonso y José Luis Sánchez-Bravo los ejecutaron en la finca militar de Hoyo de Manzanares. Es un monte pedregoso, tupido de arbustos y matorrales, en cuya cima ordenó el dictador que le construyeran una residencia de fin de semana para cazar sin alejarse mucho del Pardo. Le construyeron una mansión digna del sanguinario conde Drácula; parecía inspirada en el relato de Bram Stoker y trasplantada de Transilvania. Desde hace décadas está abandonada y en ruinas.

Poco antes habían ejecutado a los miembros de ETA, también condenados por terrorismo por la justicia militar, Juan Paredes Txiki y Ángel Otaegui Echevarría. A Txiki no lo mataron a garrote vil, como disponía la sentencia, sino con armas de fuego. Lo fusilaron a las 8:30 junto al cementerio barcelonés de Sardanyola del Vallés. Su última voluntad fue pasar la noche con su hermano Mikel y su abogada Magda Oranich. A la misma hora mataron a Otaegi en el penal de Burgos.

Los jueces militares encomendaron a la Policía y la Guardia Civil la ejecución de las sentencias. El general José Vega Rodríguez, que había presidido el Consejo de Justicia Militar y dirigía la Guardia Civil, encargó los preparativos a su subordinado y responsable de combatir a los terroristas, José Antonio Sáenz de Santamaría, que se había significado en círculos militares por su opinión contraria a la pena de muerte.

Santamaría pidió voluntarios en la Compañía de Destinos, pero no se presentó ninguno. Según sus recuerdos, recogidos por Diego Carcedo en el libro El General que cambió de bando, se vio obligado a echar mano del orden regular de servicios para formar el pelotón de fusilamiento. Temía que se negaran, pero ninguno lo hizo. Para evitar cualquier parecido con la venganza, los mandos acordaron que la Policía Nacional ejecutase a los acusados de matar guardias y la Guardia Civil a los condenados por matar policía.

El curioso acuerdo hizo que a los condenados del FRAP los fusilaran los guardias civiles. Uno de los reos murió en el acto, pero los otros dos siguieron vivos tras la descarga de fusilería. Eso obligó al teniente que mandaba el pelotón de ejecución a ultimarlos con dos tiros de gracia en la cabeza. Unos días después, aquel teniente sufrió una crisis nerviosa que le mantuvo largo tiempo apartado del servicio.

Ni los tres mensajes del Papa, implorando clemencia al dictador, ni las protestas de cientos de intelectuales y de varios mandatarios extranjeros contra las ejecuciones sumarísimas consiguieron torcer la decisión del tirano, que se mantuvo fiel a sus métodos hasta el último momento y quiso proyectar su fuerza contra los ‘elementos subversivos’ con aquellos fusilamientos (los últimos de la dictadura). ¿Quién podía asegurar que el tirano no iba a emplear el Ejército contra el pueblo si proseguían las protestas y las demandas de democracia? Dicen que el miedo no cambia a la gente, pero acojona.


ABC_fusilamientos
Captura de la portada de ABC
del 27 de septiembre de 1975.

Los titulares de los periódicos −“Fusilados esta mañana”− causaron una profunda impresión y gran silencio interior. Se registraron algunos ‘saltos’ o conatos de manifestaciones en Madrid, Barcelona y el País Vasco. Como si algunos gobernantes de los países llamados civilizados hubieran recordado de repente el origen criminal del régimen español y la catadura moral del dictador, manifestaron su condena y repugnancia, y algunos retiraron a sus embajadores en Madrid. Luis Echevarría, presidente de México −el país que mantuvo su dignidad y no tuvo relaciones diplomáticas con la dictadura española−, reclamó la expulsión de la España franquista de la ONU. Algunas personalidades de la cultura viajaron a Madrid antes de las ejecuciones para pedir el indulto. Llegaron desde París Ives Montand, Regis Debray, Claud Jean Mauriac, Costa Gavras…, pero fueron expulsados nada más bajar del avión en el aeropuerto de Barajas.

La indignación por los fusilamientos estalló entre los miles de exiliados y emigrantes españoles. Con la solidaridad de muchos ciudadanos de los países de residencia, celebraron manifestaciones y concentraciones en las principales capitales de Europa y de América. En Lisboa asaltaron la Embajada española y pusieron en fuga al embajador franquista. En Holanda prendieron fuego a la sede diplomática. En París y en Utrech apedrearon las delegaciones. Las manifestaciones de repulsa se sucedieron en Roma, Bruselas, Berlín… En Nueva York, exiliados, inmigrantes y simpatizantes de la causa de la libertad en España organizaron una marcha por la Quinta Avenida en la que participaron varios miles de personas. La prensa española, aunque amordazada, recogía los ecos de las protestas.

Lo que más preocupaba al dictador y sus secuaces era la amenaza de la Comisión Europea de suspender la negociación sobre la rebaja de los aranceles, pues perjudicaba a los mercaderes de bienes y productos semielaborados. Éstos se enriquecían comprando a terceros y vendiendo al Mercado Común y a algunos industriales autóctonos que se forraban asimismo a costa de los míseros salarios que pagaban a los trabajadores y del trato preferente que recibían de los gobiernos comunitarios en materia arancelaria. Algunos dirigentes de las Cámaras de Comercio se atrevieron a pedir evolución y no involución. Pero quien más valor le echó y con mayor fundamento y credibilidad habló fue el presidente del Círculo de Economía, Joan Más Cantí. Aquel grupo formado por personas como Carlos Ferrer Salat, Carlos Güell, Arturo Suqué o Enrique Corominas y en el que el socialista Ernest Lluch con poco más de 20 años preparaba los comunicados, exigía nada más y nada menos que el fin de la dictadura y “un cambio democrático”.

Pero el régimen tenía sus armas y sus legiones de paniaguados, y respondió a las condenas de la comunidad internacional con una campaña de afirmación patriótica. “Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”, era el lema más imaginativo de apoyo al dictador. Los alcaldes emitieron bandos convocando una gran manifestación nacional contra “el enemigo exterior”. Gobernadores civiles y militares, ministros y subsecretarios sacaban pecho. Con el lema “consume nacional”, los sectores más reaccionarios del Movimiento Nacional (partido único) proponían la vuelta a la autarquía (y al hambre). La manifestación patriótica de apoyo al dictador llenó la Plaza de Oriente. Abundaban militares y funcionarios, gente con bigote reglamentario. Para propiciar la masiva demostración se decretó media jornada festiva. Cerraron los colegios, las oficinas, los comercios, los bancos… La multitud cantaba himnos patrióticos, coreaba marchas militares y voceaba consignas imperiales.

El dictador apareció a la hora convenida en el balcón principal del Palacio de Oriente, acompañado del entonces príncipe heredero Juan Carlos de Borbón. Unos tambores y cornetas impusieron silencio. “Españoles, españoles todos, gracias por vuestra inquebrantable adhesión y por la serena y viril manifestación pública que me ofrecéis en desagravio a las agresiones de que han sido objeto varias de nuestras representaciones y establecimientos en Europa, que nos demuestran una vez más lo que podemos esperar de determinados países corrompidos y aclara perfectamente su política constante contra nuestros intereses”. Se refirió a Portugal, “la nación hermana que se debate entre la anarquía y el caos”, y no olvidó la famosa “conspiración judeomasónica”. Permaneció medio minuto escuchando a la masa que, brazo al frente, atronaba la atmósfera, y se retiró.

“Es una calavera con gafas”, dijo Nováis, lo cual era terrible, pues las calaveras nunca mueren. Mes y medio después, con la Marcha Verde de marroquíes avanzando para ocupar la provincia española del Sahara, el dictador la diñó.







 
Informe semanal - 1975, el año que cambió España. Los últimos fusilamientos
Clicar en el siguiente enlace de "RTVE a la carta"
 






 
Luis Eduardo Aute, compuso la emocionante canción "Al alba". No muchos saben que, en ella, se rememora el encuentro de uno de los ejecutados con su novia la noche que estaba en capilla antes de morir fusilado.


AL ALBA de Luis Eduardo Aute

Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son estas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.









miércoles, 23 de septiembre de 2015

"Dicen que" es ya media mentira









Hay quienes DICEN: “Si ya no estamos en aquella época de bonanza económica, si estamos en crisis, si ya nadie dice aquello de que 'España va bien' (ni los del propio Gobierno, que a lo más que se atreven a decir es que nos estamos recuperando), si aquí todo el mundo sabe que no hay suficiente para todos, ¡¡¡¿para qué (coño) vienen aquí los refugiados?!!!”. Y lo DICEN los de derechas (hasta ahí todo normal), los de izquierda (eso se entiende menos; no deben saber qué es realmente ser de izquierdas) y, llevados por sus más bajos instintos, hasta los autoproclamados pomposamente apolíticos (es decir, esos a los que los "inventores" de la democracia, los griegos clásicos, llamaban idiotas - siiii, es que de ahí viene el término). 


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Bueno, el caso es que no lo DICEN todos, claro, sólo algunos que (prefiero pensar) no han reflexionado suficientemente el asunto. Por suerte, existen otros que han entendido de qué va esto de transitar por la vida y, por consiguiente, aun quedan motivos para la esperanza y podemos seguir confiando en la raza humana, en su progreso y en su desarrollo.

Pero quienes DICEN no entender esa extraña actitud de los refugiados que les hace ir hacia donde nada hay, grupo que suele coincidir con los que nada quieren entregar nunca a nadie aunque puedan, piensan así porque creen que Europa (donde se encuentra España, recuerdo) viene a ser como una casa, con su mueble-bar, con su hipócrita felpudo de 'Bienvenidos', con sus electrodomésticos, con su mantita para el perro .... y, claro, también con su despensa. Y piensan, ademas, que los europeos somos la familia que vive dentro, mientras en la puerta de esa casa llamada Europa cientos de inmigrantes tratan de entrar por todos los medios a comerse nuestra comida. Así de simple es el esquema mental de muchas personas de a pie que pululan por nuestras ciudades y pueblos. Piensan y DICEN: "si apenas tengo para mi, ¡¡¡cómo (coño) os atrevéis a venir a mi casa a quitarme lo poco que tengo y que tanto me costó? !!!" 




Quienes DICEN que se comen nuestra despensa, DICEN también que saturan nuestra sanidad, que invaden nuestras escuelas, que construyen mezquitas y que nos roban el trabajo. El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, justificaba que los inmigrantes sin papeles no puedan tener acceso a la sanidad universal porque, claro, ¡¡cómo no tienen papeles!! (como si para ser persona se necesitaran papeles);  el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, justificaba los atropellos en la valla de Melilla porque, claro, uno haría lo mismo “si asaltaran su casa” (como si el fin justificara alguna vez los medios); y Marine LePen espetaba el mismo razonamiento a la periodista Ana Pastor porque, claro, “¿metería usted en su casa a cualquier inmigrante que llamara a su puerta?” (como si llamar fuera lo mismo que invadir.

 

En esa tan cogida por los pelos metáfora de la casa, los europeos venimos a ser como como esa familia trabajadora y respetable que, con su inteligencia y esfuerzo, ha conseguido llenar la despensa. Por consiguiente, tenemos la despensa llena porque hacemos bien las cosas y porque estamos repletos de virtudes. Existe pues un clasismo, un supremacismo. Y por eso DICEN: “los occidentales vivimos mejor que el resto porque somos superiores, más listos y más trabajadores. Y claro: nadie tiene derecho a venir a nuestra casa y asaltarnos la nevera. Eso es un robo y no lo debemos tolerar". Hasta ahí, el razonamiento parece simple y certero. El único problema es que es radicalmente falso. Una mentira, vaya. 

  La verdad es que, dicho así, el razonamiento parece arrollador. Pero, conviene tenerlo en cuenta, los europeos no somos ni de lejos esa familia modélica que ha logrado lo que tiene gracias a su inteligencia y su trabajo, sino esquilmando hasta el tuétano tanto a Latinoamérica como a África, .....y antes, a Asia. Y no deberíamos hablar sólo en tiempo pasado, sino en presente, y apostaría todo lo que tengo a que seguiremos con esa "dichosa" actitud durante bastante rato. En 2014, un grupo de ONG británicas, supongo que bolivarianas o bolcheviques, lanzaron una cifra escandalosa: África pierde cada año 144.000 millones de euros por el expolio occidental. Beneficios de multinacionales, tala y pesca ilegales, actividades extractivas de recursos de todo tipo, venta de armas, fuga de cerebros, pago de la deuda externa … Se calcula que Occidente cada año destina 100.000 millones de euros a ‘ayudar’ a África, pero en realidad obtiene mucho más de lo que gasta (44.000 millones de euros más, si la matemática no falla).

Y si nos remitimos al pasado, convendría recordar el esclavismo: entre 11 y 18 millones de africanos contribuyeron con sus vidas y su sufrimiento a construir Occidente tal y como hoy lo conocemos. Claro, entonces venían, cobraban poquísimo y "molestaban" muchísimo menos. Tal vez por ello les aceptábamos. Nos valían para un roto y para un descosido. Como mano de obra barata y como juguetes sexuales. 


Pero los datos que ahora se manejan no se quedan ahí. Podríamos también comentar el expolio latinoamericano que documentó Eduardo Galeano en "Las venas abiertas de América Latina", el horror colonial de Bélgica en el Congo, el de Francia en el Magreb, el de Reino Unido en Sudáfrica, Australia o la India ...... Genocidios, esclavitud, explotación… Y todo para construir esta Europa nuestra, tan opulenta, tan trabajadora, tan sabia, tan falsamente modélica. ¡¡¡¿Y hay quienes todavía DICEN que "tooooda la culpa es de los propios inmigrantes"?!!!.

Éstos son sus hipócritas argumentos:



- DICEN: “El colonialismo ya pasó”. Pues mira, no, va a ser que el colonialismo no pasó: lo que pasa es que ahora quizá no lo ejerzan directamente naciones occidentales enviando al Tercer Mundo sus ejércitos, sino que lo hacen empresas occidentales por cuya seguridad velan esos mismos ejércitos sin tener que mandar a la boca del lobo a ninguno de sus integrantes y, por lo tanto, sin tener que explicar a sus familiares o amigos (votantes todos ellos) el porqué de un presunto desenlace trágico y fatal, si lo hubiera. Ni Francia, ni Reino Unido, ni Estados Unidos ni ninguna otra potencia necesitan ya conquistar un país cualquiera para drenar su riqueza.

Y quienes DICEN enorgullecerse de los logros históricos de lo que hoy constituye el Primer Mundo,
con sus conquistas, sus gestas militares y sus logros culturales, deberían corresponsabilizarse también de las atrocidades cometidas durante lustros. Sentirse parte del equipo ganador, de un nosotros triunfante, es fácil. Lo difícil es reconocer cómo se han conseguido esos logros y corresponsabilizarse de la barbarie generada para conseguirlos.

Es por todo esto por lo que, en realidad, es mejor no sentirse orgulloso por nada que no sea un mérito propio. Y nacer en Europa (síiiiii, pasmaos) no tiene mérito. En todo caso, el mérito sería de la cigüeña. Ademas, España es, junto con Bulgaria, el país que más preceptos viola en cuanto a las leyes europeas que regulan la asistencia a expatriados, puesto que no respeta en su integridad los requisitos para reconocer el estatus de refugiado, el procedimiento de asilo y las condiciones de recepción (alojamiento, alimentación, permisos de empleo, asistencia sanitaria y psicológica, ...). Hoy mismo Europa, en un gesto tan mediático como hipócrita y banal, le ha tirado de las orejas a 18 países "despistadillos" a los que se les viene olvidando adecuar sus legislaciones al sentido común.

 

- DICEN: “Que se rebelen contra los dictadores que los dirigen en sus países”. Hombre, eso sería lo ideal. Es más, sería lo justo. Pero ¿cómo lograrlo con la oposición de Occidente y sin sistemas educativos y sanitarios que logren producir ciudadanos sanos, inteligentes y concienciados? Precisamente gran parte de la emigración que se produce se explica porque los ciudadanos más activos y dinámicos de los países tradicionalmente oprimidos por la miseria, la injusticia y el hambre sólo encuentran en la huida una escapatoria al destino escrito para ellos por Occidente, y por los tiranos sostenidos desde Occidente. Cualquiera sabe que es muchísimo más fácil atraer a tu causa a un sólo individuo que a toda una población, colocar a un dictador "amigo" que realice el trabajo sucio por nosotros. 


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- DICEN: “Que acaben con la corrupción”. Como si la corrupción fuera fácil de erradicar sin darle una patada a todo el sistema podrido. A nosotros, a los de esta piel de toro nuestra, nos está costando (pero ese es otro tema y nuestra corrupción tiene matices distintos a la suya). Se quedan en el "que acaben con la corrupción" como si la corrupción fuese sólo la causa de la pobreza (que lo es) y no (también) la consecuencia de la existencia de esta última, de la pervivencia de una clase dirigente que se deja corromper porque existen otros que se dejan esquilmar. La corrupción produce pobreza generalizada (y la riqueza a unos pocos) y la pobreza produce corrupción. Es un fenómeno que se retroalimenta en si mismo, la pescadilla que se muerde la cola.

Y escucho a algunos lumbreras de la intelectualidad mediática que DICEN cada vez que se encuentran acorralados y sin argumentos: “¿te gustaría que se metieran en tu casa?, eh ¿te gustaría?”. Pues contesto por adelantado: (hombre, si es guapa y cariñosa .... Venga, me pondré a tratar el tema en serio, que lo es) noooo, lo que me gustaría es que no hiciera falta que se metieran en mi casa, ni en la de nadie. Porque, entre otras cosas, me gusta decidir solito quien entra en mi casa y quien no, y porque creo que ya urge crear las condiciones necesarias y suficientes para que nadie se vea obligado a emigrar. Y os cuento un secreto: nadie emigra por gusto. De verdad, por gusto lo que se hace es viajar, que es otra cosa. Con rastas o en jet privado, pero conviene llamar a las cosas por su nombre.


Dicho todo esto, prefiero que se metan en nuestras a casas, en las de quienes quieran acogerlos, antes de que sufran y mueran. Si los gobiernos no se ponen las pilas, si no hacen autocrítica y ratifican el fracaso de sus políticas migratorias y de desarrollo global, que dejen que lo haga la ciudadanía en la medida de sus posibilidades (colaborando con ONGs, apadrinando, acogiendo inmigrantes, realizando labores "in situ", ....). En definitiva, si Occidente no quiere salir de su inacción, que dejen paso a la sensatez y posibilite la acción individual (controlada, eh, que actuar y hacerlo de forma controlada y eficiente no están reñidas). Si no son capaces de solucionar el problema, cuando menos, que no estorben. Que dejen actuar, porque hay quienes sí que son capaces. Sólo les es necesaria la voluntad de la que las instituciones gubernamentales manifiestamente carecen. Recordar en este punto que, el hecho de ser humanos, nos hace poseedores de unos derechos inalienables, esos que pomposamente se recogen en la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, y que son algo más que unas palabras bonitas y bastante más importantes que tener unos papeles o que haber nacido en uno u otro país.

Si de alguna virtud se debiera adornar la desarrollada, civilizada y cómoda Europa, es de la autocrítica. Es de las pocas cosas de las que podemos valernos en el presente y, sobre todo, en el futuro. Y es la que, a la postre, nos ha hecho evolucionar adaptándonos a las cambiantes circunstancias que nos han rodeado. Si perdemos eso, lo perdemos todo. Y no sólo es falso que los inmigrantes saturen la sanidad, o las escuelas, o traigan delincuencia (cosa ya demostrada con datos objetivos), es que además es falso que vengan a llevarse lo nuestro. Europa no sería como es hoy sin haber depredado por tierra, mar y aire más allá de sus fronteras. Así que, no confundamos: cuando los inmigrantes vienen a Europa, que nadie piense que vienen a quitarnos lo que es nuestro. En todo caso vienen a recuperar una parte infinitesimal de lo que es suyo, de lo mucho que le hemos quitado a lo largo de la historia, y que aun les seguimos quitando.

jueves, 3 de septiembre de 2015

El capitalismo, asesina


 
Ya lo sabíamos, claro. Algunos, desde luego, si. Pero ayer (supongo que mañana, y por algún tiempo más ...) lo ha vuelto a poner de manifiesto abiertamente, como suele hacerlo, sin tapujos.


Y es que el fracaso de un capitalismo salvaje puede plasmarse en la imagen del cuerpo de un niño sirio ahogado en una playa turca. La muerte de un niño siempre es un acto antinatura, una afrenta contra la humanidad en si misma, una zancadilla a la razón y al desarrollo humanos. Pero si ese acto se produce en una playa, lugar idílico donde se besa la tierra con el mar y que suele evocarnos felicidad, se produce tras la búsqueda de refugio y escapando del cruel sonido de las armas, de la destrucción y del hambre, se convierte en fiel reflejo de un mundo egoísta y miserable cuya conciencia (si es que la tiene) debería hacerle rectificar en algo importante: su condición humana.
 
Un niño, sea de donde fuera, lo que debe hacer en la arena (y nosotros, los mayores del mundo mundial, posibilitarlo) es dibujar con el dedo, hacer castillos, correr, enterrarse, jugar a tirársela a otros, .... pero nunca morir (¿o debería decir, ser asesinado?).

Aylan Kurdi (que así se llamaba la criatura que me lleva a escribir de todo esto) no ha sido el único niño que ha fallecido esta fatídica noche pasada. Su hermano de 5 años también falleció en el intento, junto con su madre. Unicamente (o ni más ni menos) es el niño del que se tiene constancia videográfica expresa. Otra embarcación naufragó ayer mientras seguían la misma ruta que el bote donde "viajaba" este niño. Ocho personas murieron, entre ellas una bebé de 9 meses, dos gemelos de año y medio y dos hermanos de 9 y 11 años. 








Pero, ¿y quien es el culpable?. Pues ni éste ni aquel en concreto. Ni este país ni este otro. El responsable de esta terrible expresión del tiempo que nos está tocando vivir es el mundo entero. Todos y ninguno. Porque, como decía Luther King (un mindundi, como todos sabemos), "no me preocupa la maldad de los malos, sino la pasividad e indiferencia de los buenos".
 


Y ahora, vendrán prácticamente todos los medios de comunicación mundiales llevando hoy en su portada la foto del pequeño Aylan Kurdi con grandes titulares en los que se acusará a la comunidad internacional de permanecer impasible al drama migratorio que se vive en el Egeo. ¿Y qué hace la ONU? ¿Qué hacen las religiones (parte del problema, por lo menos en Irak, Siria o Palestina)? ¿Qué hacen los PROVIDA? ¿Qué hacen los responsables de los derechos humanos? ¿Qué hace Europa, la OCDE, el primer mundo? Pues lo que suelen hacer en estos casos; se reúnen. Y se reúnen, entre otras cosas, para poder justificar esos sueldazos y esas dietas tan escandalosamente vergonzantes (y vergonzosas) que perciben los mandamases del planeta mientras viven de espaldas a la cruda realidad.




Debería ser la foto del cambio de actitud; el punto de inflexión de una tragedia que ha generado ya incontables imágenes demoledoras. Como lo fue para Vietnam la escena de la niña de 9 años que huía desnuda de un ataque de napalm. O como lo fue para la ex-Yugoslavia la escena de los refugiados de Kosovo detrás de una valla con alambre de púas en Albania. O, la que para mi fue más impactante por el desenlace final, la de aquel hombre con bolsas en las manos enfrentándose sólo al avance de una fila de tanques en la plaza de Tiananmen (las "malas lenguas" dicen, y no es extraño, que probablemente fuera fusilado poco después por las autoridades chinas, pero siempre fuera del objetivo de la prensa internacional).


Recordar en este punto que la UE, la Troika más exactamente (esa misma a la que nadie que yo conozca ha votado jamas), la cual ha venido celebrando machaconamente cumbre tras cumbre hasta tratar de "rescatar a Grecia" de la bancarrota (léase, sus dineros), es en cambio incapaz de ponerse de acuerdo sobre el drama de unos refugiados que no son refugiados , sino políticos, bélicos o humanitarios. Falta ver ahora el impacto que pueda tener en los gobernantes europeos, en particular entre los más reticentes a acoger refugiados, o entre los que ponen condiciones, o entre los que directamente se niegan, la imagen de esta nueva desgracia. 


Que me llamen pesimista, pero me temo lo peor. El primer mundo está demasiado preocupado por lo que pasa en su casa, o en su portal, o en su manzana, ....como para preocuparse por lo que ocurre a miles de kilómetros. No reaccionará, y si lo hace lo hará como nos tiene acostumbrados, tarde y mal, cuando la tragedia toque a sus puertas. Porque, de la misma manera que no se le pueden poner puertas al campo, tampoco se pueden levantar muros y esperar que eso, y sólo eso, sea la solución.

Y ahora, claro, también vendrán el Marhuenda (lo siento, no puedo con él - véase mi devoción por él en (I) Soy fanperoquemuyfan de ...) junto con otros palmeros patrios a preguntarnos por las televisiones quien pagará todo esto de la inmigración. ¿Quiiiiién? ¿Que quién pagaraaaaá? Esta claro que .... por lo pronto ha pagado este niño (y otros muchos), y lo ha hecho con todo lo que tenia a su alcance, con su propia vida.

Es prácticamente imposible asistir a un debate o escuchar una conversación, aunque sea de bar, sobre el drama de los refugiados sin que salte el listo de turno con el siguiente razonadísimo reproche: “¿Y tú, estás dispuesto a acogerlos en tu casa? Es decir, algunos siguen sin entender nada después de tantas guerras, diásporas y catástrofes. Quien hace ese tipo de preguntas a diestro y siniestro después (y antes) de ver la imagen de Aylan muerto en esa playa turca, sin imaginar en ese mismo cuerpo el de cualquier niño de tres años, no ha podido (por incapaz) o no ha querido (por cuestiones mucho peores) entender el significado profundo de conceptos tales como ciudadano, derecho a la vida, dignidad, derechos humanos, democracia, progreso o Europa. 

Quienes preguntan sobre quienes estarían dispuestos a acoger a los refugiados o a pagar más impuestos para evitar muertes como la de Aylan quizás no sepan (por insensibles) o no quieran saber (por cuestiones mucho peores) que miles de familias humildes españolas vienen acogiendo a niños saharauis en sus casas, quizás avergonzadas al comprobar que nuestros gobiernos incumplían sus compromisos; que pese a la dureza de la crisis, miles de ciudadanos siguen colaborando con ACNUR, con Médicos sin Fronteras, con UNICEF, con la Cruz Roja o con otras organizaciones que trabajan en los lugares de la tragedia, sabedores de que necesitan ayuda y apoyo permanentes. Quizás sean más de los que ellos piensan aquellos ciudadanos que, a la hora de votar, tienen en cuenta quién dedica más esfuerzo a la Cooperación y el Desarrollo y quién prefiere reducir la carga fiscal a los más privilegiados. Es un proceso imparable porque, como se dice en El Principito, "solo se puede ver bien con el corazón, lo esencial resulta invisible a los ojos".

PD/ He estado tentado a poner la foto del niño yaciendo muerto en la arena. Con su carita inocente y su perfil tierno y endeble. Con su diminuta camiseta roja y su pantalón azul, tendido sin vida en la turística playa turca de Ali Hoca Burnu, al que le lamen la cara las mismas olas del mar que lo arrojaron de este mundo. Aunque sólo fuera para mover conciencias, vergüenzas y voluntades. Pero ¿sabéis que? ..... que no se lo merece. Una imagen vale más que mil palabras, sí ... pero también es cierto que el fin nunca justifica los medios. NUNCA HE EXHIBIDO FOTOS DE MENORES en las redes, y LA DE ESTA CRIATURA, por más y mayores razones, MENOS.

Y además, no exhibo la foto del infortunado niño porque en ella no aparecería sólo la foto de un niño en especiales y caóticas circunstancias. Aparecen nuestras leyes de extranjería, nuestras leyes migratorias. En fin, .... algunas de las leyes que nos hemos dado para organizarnos. Y aparecen, entre otros lugares, la UE y todos nuestros Gobiernos. Aparecen quienes hacen las leyes, quienes las aprueban y aparecemos también nosotros, los que las sancionamos con nuestros votos. Aparecen en la fotografía los centros de internamiento, las devoluciones en caliente, los campos de refugiados y el cacareado "efecto llamada". Aparece la incapacidad de los organismos oficiales. Aparece también y con nitidez nuestra desmemoria, la de un pueblo, el europeo, que encontró no hace muchos años en la generosidad de otros países el salvavidas que ahora se niega a lanzar a los que se ahogan ante nuestros ojos. Aparecen en esa foto todos los que han muerto antes y todos los que están por morir. 

Las pateras se hunden, sí, pero no por el peso de los sueños de los que las ocupan, sino por la falta de conciencia de un mundo egoísta. Y cuando esto ocurre, acuden unos pocos que se lanzan al mar en su ayuda, con unos brazaletes y unas siglas a la espalda. Cuatro barcos con toda la generosidad y valentía que a muchos enchaquetados les falta. Europa es un barco feroz, un mercante sin bandera y sin entrañas, un crucero de lujo que no detiene sus maquinas para recoger de las aguas que le rodea a unos náufragos de todas las guerras.

La fotografía de ese niño es, en realidad, un autorretrato, el de nuestro fracaso como sociedad. EN ESA FOTOGRAFÍA APARECEMOS TODOS. Es por eso que en toda esta postdata no he querido poner ni una sola foto, por vergüenza y como homenaje a este crio, SIN DUDA, INOCENTE.
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